La Organización Mundial de Aduanas (OMA) ha señalado que para el 2030 las autoridades aduaneras estarán inmersas en el uso de inteligencia artificial (IA), pero con riesgos.
Alrededor del mundo han ocurrido ciberataques en sistemas de comercio exterior dejando pérdidas millonarias, por lo que el uso de tecnología es un arma de doble filo y se debe realizar con cautela, de acuerdo con especialistas en la materia.
Durante la primera edición del IAduana 2024: Innovación y Seguridad en Comercio Exterior, realizado por la Confederación Latinoamericana de Agentes Aduanales (CLAA), John Willy, su presidente, puntualizó que en la labor diaria del comercio exterior se debe tener cuidado y automatizar las funciones de un agente aduanal asegurando, entre otras cosas, un pedimento bien hecho.
“En un mundo cada vez más interconectado y digitalizado, la industria logística y aduanera juega un papel crucial, la eficiencia y seguridad de los procesos aduaneros son fundamentales para facilitar el comercio internacional y garantizar el flujo de mercancías. La implementación de IA y la ciberseguridad representan una oportunidad sin precedentes para optimizar las operaciones, combatir el contrabando, prevenir el fraude y fortalecer la seguridad de las fronteras”, dijo.
México ocupó el primer lugar en ciberataques a nivel mundial con el 97% de empresas afectadas al menos una vez en el 2023, de acuerdo con CyberEdge Group.
Jorge Moreno, especialista en IA y ciberseguridad, aseguró en la ponencia IA en las Operaciones Aduaneras que esto se debe a que en las tecnologías disruptivas no hay barreras y el riesgo incrementa.
Además, el panorama de empresas certificadas en ISO 27001, certificación en materia de sistemas de gestión de seguridad, China cuenta con 30 mil empresas certificadas, Japón casi siete mil y México casi 400.
Este panorama poco alentador resalta la necesidad de, a su vez, gestionar los riesgos con estas herramientas tecnológicas, sobre todo porque en el comercio exterior se comparte gran cantidad de información entre diferentes actores que podría quedar vulnerada a ciberdelincuentes.
“Uno de los mayores activos es tu información: proveedores, clientes, aduanas, origen, costos, etc. El pedimento es riquísimo en información y se manda la información por correo, sin ninguna confirmación, sin ninguna seguridad, sin encriptar la información”, puntualizó Moreno.
Señalo que los delincuentes cada vez se especializan más, incluso por tipo de tráfico en comercio exterior, por lo que recomienda tener ciberresiliencia: anticipar identificando los activos críticos y gestionando riesgos; resistir a través de controles; recuperarse con un plan de remediación; evolucionar una comunicación; y, finalmente, la mejora continua.